La apnea obstructiva del sueño es de 2 a 5 veces más prevalente en hombres que en mujeres, pero esta diferencia va disminuyendo después de la etapa de menopausia.

La apnea obstructiva del sueño se caracteriza por el cierre parcial o total de las vías aéreas superiores, impidiendo el pasaje de aire por unos 10 minutos aproximadamente, es un trastorno multifactorial, siendo un factor de riesgo para enfermedades del corazón. Estudios mostraron una mayor prevalencia de apnea obstructiva del sueño después de la menopausia.

Los bochornos y sudoraciones que experimentan las mujeres menopaúsicas, podrían causar apnea obstructiva del sueño.  A su vez, este padecimiento podría derivar en otros riesgos mayores como cardiopatías.

Por lo general, se cree que la apnea obstructiva del sueño es una enfermedad que solo les da a los varones, ya que los ruidos fuertes de ronquido son más notorios en los varones, pero se ha demostrado que esta enfermedad también ataca a las mujeres.

Los estudios epidemiológicos ponen de manifiesto cómo a medida que aumenta la edad aumenta la prevalencia del insomnio. Tanto en  hombres como en  mujeres. En el caso de las mujeres, las cifras reportadas por Swifty Shapiro demuestran claramente esta tendencia; mientras que únicamente el 35% de las mujeres de edad comprendida entre 30 y 39 años refieren tener problemas de sueño, el 55% de las mujeres mayores de 59 años refieren este tipo de problemas.

La menopausia es una etapa de cambios hormonales, físicos y psicológicos de la mujer, aunque los síntomas varían de una mujer a otra. Se debe estar alerta a los síntomas de insomnio, dolor de cabeza por las mañanas, sudoración excesiva, depresión y ansiedad.

Las mujeres deben entender que existe la posibilidad de que no sea solamente sudoración por la noche, sino que contribuye al trastorno del sueño.

Durante la menopausia se produce una reducción significativa de la producción de estrógenos y progesterona. Estas hormonas sexuales, están sincronizadas con los ritmos circadianos y, así, con el sueño. En este sentido, está comprobado que durante esta fase hay un incremento de la actividad en la vigilia y así como un aumento de la temperatura interior del organismo

Según un estudio del Dr. Dancey Hanly y colaboradores en el Hospital de Toronto del año 2003 con el título «Impacto de la menopausia en la prevalencia y severidad en la apnea del sueño”. Se llevaron a cabo unos estudios de sueño a 1315 mujeres y las conclusiones fueron que efectivamente sí existían diferencias anatómicas y funcionales entre las mujeres pre y postmenopaúsicas. Y había diferencias estadísticamente significativas respecto al síndrome de apnea obstructiva del sueño entre premenopáusicas y las postmenopáusicas.

4 respuestas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WhatsApp chat